La orden de los cartujos es fundada en 1084 por San Bruno, siendo la orden que profesa más austeridad en la práctica y que a lo largo de su existencia han permanecido en la pobreza sin caer en lujos. Para Roma los cartujos eran unos SANTOS por no dar problemas ninguno, pues estaban bastante acostumbrado a tener que lidiar con las muchísimas peticiones de las otras órdenes religiosas, las cuales si daban bastante caña.
Urbano V, como muestra de agradecimiento y aprecio decidió suavizar las estrictas reglas por las que se regía esta orden. Modificando entre otras la que prohibía el consumo de carne, que fue cuando una delegación de cartujos solicitó audiencia con el Papa Urbano, pensando este que deseaban agradecerle el detalle cuando para su sorpresa quedo fuera de si, al escuchar que la delegación lo que le solicitaba era que no modificasen las estrictas normas, lo que hizo al Papa dejarla tal como estaban.
Los cartujos tienen fama por su longevidad, diciéndose de ellos, que los que no llegan a los 80 años han fracasado, todo un misterio como otras tantas cosas de la vida.
