Curiosidades y Cofradías. : 02/10/15

Es muy falso.

Es muy de falso que en el día a día casi nadie por su mala educación de los buenos días, las buenas tardes y las buenas noches, y en las cochanbrosas Redes Sociales se de hasta la saciedad.

Nuestra Señora de Consolación de la Iglesia de los Terceros de Sevilla.

Se encuentra Nuestra Señora de Consolación en un camerín, de estilo rococó en el portentoso retablo de Francisco Dionisio de Rivas, uno de los mas bellos de la Sevilla del siglo XVII.

La imagen Mariana procede del sitio llamado de la Morañina, por haber sido propiedad de la familia de los Duques de Medina Sidonia, próximo a Bollullos par del Condado y Almonte. Lugar donde los frailes Terceros ocuparon una ermita hacia el año 1400, tras abandonar Sevilla por concesión del Arzobispo Mena, hecha con motivo de la permuta con los Cartujos.

Los frailes Terceros fundaron allí un gran cenobio bajo el título de San Juan de la Morañina, siendo venerada en aquella ermita una antigua imagen de la Virgen de Consolación con una gran devoción en la comarca, la cual los frailes hicieron suya, convirtiéndose el convento en lugar de peregrinación y manteniéndose así hasta 1602, que se trasladan a Sevilla y traen con ellos la imagen medieval de la Virgen que hoy vemos en el espléndido y majestuoso retablo de los Terceros. Templo que por desgracia muchos solo conocen por la Hermandad del Domingo de Ramos.

La portada retablo de la Iglesia de los Terceros de Sevilla.

Magnífica portada retablo, con influencias del barroco colonial español, que sobresale la labor del ladrillo cortado, con exorno barroco y hojarasca y figuras geométricas. Sobre su dintel se describe un frontón de cornisa cursilería, con tímpano hundido que cobija el escudo de la Orden franciscana escoltado por ángeles, y rematado por cornisamento por toda la parte superior, sirviendole de límite.

Se alza en el centro de la portada una capilla en la que se encuentra una imagen en terracota de Nuestra Señora de Consolación, titular del templo, con zócalo en el que está grabado en latín: "Consolatrix Aflictorum", estando coronado el ático por una mensula en la que descansa el Arcángel San Miguel. Hay unas hornacina a ambos lados de la puerta que guardan las imágenes de San José de Calasanz y San Francisco de Asís, figurando sobre cada una de estas, un medallón con el rostro en relieve de Santa Clara y Santa Rita, que estan flanqueada por dos pilastras arriba terminadas también en mensula sobre las que se apoyan las imágenes de San Antonio de Padua, Santa Isabel de Hungría, Santa Isabel de Portugal y San Ivo, siendo todas estas imágenes modeladas en barro cocido. Una portada digna para un templo como el de los Terceros, cargado de historia y obras de Artes.

La Iglesia de Santa Catalina de Sevilla.

La Iglesia de Santa Catalina de Sevilla se construyó sobre una mezquita árabe, que a su vez lo fue sobre un antiguo templo realizado por los romanos para adorar a sus ídolos paganos. Este templo fue mandado a eregir por Fernando III, el Santo, siendo reedificado en el siglo XVI por los desperfectos sufridos, templo que en 1868 estuvo a punto de ser destruido debido a la vorágine urbanística de las autoridades de aquella época.

La puerta lateral de la Iglesia fue colocada en 1930 y proviene del antiguo templo de Santa Lucía, existiendo una placa conmemorativa del traslado de la puerta que dice:
<<Esta portada procedente de la Antigua Iglesia de Santa Lucía fue donada para su colocación en esta Santa Catalina por el Excmo.Sr.Don Rafael G. Abreu, Vizconde de los Remedios: Anno Domin, MCMXXX>>. Una Iglesia que conserva grandes obras de arte como su retablo mayor, obra del insigne Diego López Bueno, y un Sagrario de los más importantes de Sevilla, obra del barroco sevillano del arquitecto Leonardo de Figueroas, conservando en una hornacina una cruz de forja del siglo XVIII, que procede del antiguo cementerio de Santa Catalina.

Miguel de Cervantes, habla de este templo en su entremés de Los Mirones, narrando que en su fachada posterior y debajo de un retablo dedicado a las Animas, se reunían los ciegos de Sevilla a contar historias y romances religiosos, al mismo tiempo que pedían limosnas. Entonces no había cupones, por lo que se la tenían que ingeniar con otras cosas.

Foto de Rafaes.

Don Enrique Rasco.

Nació don Enrique Rasco en 1847 en Sevilla, quien estudio para sacerdote. Pero abandonó el seminario dedicándose al arte de la imprenta, oficio que aprendió en la tipografía de Gironéste Orduña, que estaba en la calle Lineros número 2.

En 1884, se estableció Enrique Rasco por su cuenta en la calle Bustos Tavera número 1, iniciando dos años después la publicación de la revista Archivo Hispalense, obteniendo más tarde gran apoyo económico de la Sociedad de Bibliófilos Andaluces, que patrocinaban y financiaban el Duque de Tser Claes y su hermano el Marqués de Jerez de los Caballeros, que gracias al patrocinio económico de estos se editaron en la imprenta de Rasco magníficos libro, muchos de autores antiguos y otros de escritores modernos, editandose algunos como el de Rodrigo Caro, Sevillana Medecina, de Juan de Aviñón y obras de Justino Matute con muchas más de un gran nivel.

Hoy por desgracia se edita cualquier cosa, y encima con éxito de ventas. Lamentable. Pero así es la vida. No hay más.