La Procesión del Viernes Santos de Cabral Bejarano.


Bellísima pintura de la Cofradía de Montserrat dejó plasmada el pintor decimonónico Manuel Cabral Bejarano, en la que se encuentra el misterio de La Conversión del Buen Ladrón enfilando la calle Génova tras pasar por la plaza San Francisco.

Una de las pinturas más admiradas en este tema, de la que existen dos versiones: una en el Museo Nacional de La Habana y otra en los Reales Alcázares de Sevilla, estando la escena representada con muchísimo público y con un gran realismo. Teniendo la particularidad la pintura de La Habana, que el pintor retrato entre los asistentes a varios familiares y amigos suyos, dos grandísimas obras de arte, las cuales el destino  separó y que gracias a Dios tenemos la suerte de tener una en Sevilla.

Pintura de la Cofradía de Montserrat de Manuel Cabral Bejarano.

La Capilla de la Estrella.


Fue por acuerdo  del Cabildo del 10 de Febrero de 1973, cuando se decidió la construcción de un edificio propio para la Hermandad de la Estrella, siendo proyectado por Alfonso Gómez de la Lastra.

Por lo visto, el edificio iba a estar solo destinado a Casa de la Hermandad, que luego fue adaptado a Capilla por el arquitecto Antonio Delgado Roig, proyecto fechado en Febrero de 1975.

Se bendijo el nuevo templo el 10 de Abril de 1976. Es una pequeña Capilla con una fachada terminada en una espadaña, de una sola nave la cual está cubierta con bóvedas vaidas y decorada con adornos inspirados en el siglo XVIII, con apliques de azulejos y remates de cerámica, donde podemos ver en el retablo de Antonio Martín en el presbiterio a una de las mejores Dolorasas de Sevilla, la Estrella, y el Señor de las Penas en un retablo ejecutado también por Antonio. Destacando de dicha Capilla, las bellísimas Estaciones del Vía-Crucis del imaginero Navarro Arteaga.

Capilla de la Estrella.


Cuando la Virgen de la Europa sudo agua.


Esta bellísima imagen, la cual se encuentra en la Iglesia de San Martín, sudo agua el 25 de Agosto de 1708. Los vecinos al comprobar  que la Virgen  estaba sudando agua y estando humedecida, le enjugaron el sudor con lienzos que se quedaban empapados. Suceso, que corrió por toda Sevilla y que quedaron muchos sin saber porque era causado, si por la humedad del sitio o por un milagro.

Ocurrido el suceso del sudor de la Virgen de la Europa,  se llamó al escribano público y a varios artistas, como pintores y doradores, para qué estos examinarán a la imagen. Estos artistas creían que el suceso se trataba de un milagro. Pues era difícil que por el calor que hacía en el mes de Agosto, que fuera sucedido por la humedad, llegando también a ver a la Virgen un eclesiástico, que aplicó a la imagen unos cuantos lienzos que salían humedecidos y quien reconoció al instante que se trataba de un milagro.

Virgen de la Europa.

La razón de un capataz.


Como veremos, incidentes y problemas siempre hubo en el mundo de los costaleros y capataces, aunque muchos se crean que esto solo pasa hoy.

Fue en la Hermandad de las Aguas, cuando residía canómicamente en la Iglesia de San Jacinto, en la Semana Santa se 1752, que salió con el paso cedido de la Cofradía de las Tres Caídas de Triana, y que al ser este mayor que el que tenían, el capataz, llamado Clemente Gracia, reclamó a la Hermandad a través del Mayordomo el pago de 30 pesos por la diferencia de kilos. Considerando la Hermandad que no era como el capataz decía, solo le dio 50 reales, por lo que el capataz denunció a la Justicia y está decretó que un maestro aserrador visitara el almacén donde estaba los pasos guardados y emitiera un informe sobre  la denuncia, que tras diez años después la autoridad condenó a la Hermandad al pago a favor del capataz con cuatrocientos reales y las costas del juicio.

Como vemos, los incidentes y problemas igual que la lentitud de nuestra queridísima Justicia, siempre estuvieron integrados a las Cofradías como si se tratase de un hermano más.