La casita de Santa Ángela.


Hay sitios que no necesitan ser una Catedral para ser templos de amor y devoción hacia Dios o algún Santo, y el ejemplo lo tenemos en Sevilla en la casa número 5 de la plaza de Santa Lucía, donde nació Sor Ángela de la Cruz, hoy Santa Ángela de la Cruz. Una casita humilde con olor a jazmín y santidad, casa pequeña a la que acuden muchos curiosos para ver donde nació Santa Ángela un 30 de Enero de 1846.

Fue Santa Ángela hija de Josefa González y de Francisco Guerrero, a la que bautizaron  el 12 de Febrero en la desaparecida Parroquia de Santa Lucía, siendo la Madre de Santa Ángela hija de padres venidos de Arahal y Zafra, y su padre de Grazalema, los cuales tuvieron catorce hijos y solo llegaron a mayores José, Antonio, Francisco, Joaquina, Ángela y Dolores.

El padre era aficionado a leer libros devotos, y fue cargador de lanas y cocinero del convento de los P.P. Trinitarios, muy cerca de donde vivía, mientras que la madre y su hermana Joaquina, la hija mayor lavaban y cosían la ropa del convento.

A la madre de Santa Ángela la conocían las primeras Hermanas de la Cruz cuando la visitaban como <<abuelita>>, mujer humilde, limpia, muy bondadosa y devota de la Virgen de los Reyes. Dándose la casualidad qué murió el 15 de Agosto de 1882, día de la Virgen, su Virgen de los Reyes, de la que sintió hasta su muerte un amor especial igual que por su hija Angelita, la que es Santa de todos los sevillanos y engrandeció aún más el nombre de Sevilla, Tierra de María Santísima.


Santa Ángela de la Cruz.


<<Entonces ofrecí a Dios
todas las pequeñeces
que se representaran...
Todo, todo, Dios mío,
por tu amor>>
(SANTA Ángela de la Cruz).

Modas.


Por muchas modas cofradieras y algunas muy mal copiadas que se hagan, más tarde o más temprano todo volverá a su origen. No a las modas ni más inventos.

El Arcángel San Miguel de la Parroquia de San Vicente.


Esta portentosa talla del Arcángel San Miguel se encuentra en la Parroquia de San Vicente de Sevilla, obra realizada por el maestro Pedro Roldán en 1658.

 Se puede decir, que es una de las mejores representaciones realizada por el maestro, el cual se nos presenta vestido de militar romano, con espada en la mano derecha y balanza en la izquierda, pisando el Demonio ( igual que deberíamos de hacer hoy con muchos Demonios de nuestras vidas, que lo único que hacen es darnos por culo).

 La interesantísima talla es propiedad de la Hermandad de la Siete Palabras.

Arcángel San Miguel de la Parroquia de San Vicente.