Un día como hoy. Murales de la Basílica de la Macarena.


Un día como hoy 25 de Abril de 1921, nace en Sevilla el pintor don Rafael Rodríguez Hernández, autor de los murales de la Basílica de la Macarena.

Un día como hoy. Antonio Perea.


Un día como hoy 25 de Abril de 1998, fallece en Sevilla el escultor don Antonio Perea, autor de la imagen de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras.

Curiosidades cofradieras. Respiraderos de Andrés Contreras de las Penas.

Curiosidades.
Aquí vemos los respiraderos en metal repujado del paso de la Virgen de los Dolores que realizó en 1939 Andrés Contreras y salieron hasta 1969, siendo adquiridos por la Hermandad de la Coronación de Espinas de la Iglesia del Salvador de Camona (Sevilla). 

Estos respiraderos representan la novedad de incluir escenas de la vida de la Virgen, apareciendo en su frontal un relieve de la Asunción de la Madre de Dios.

Curiosidades cofradieras. Varales de las Penas.

Curiosidades.

Estreno la Hermandad de las Penas en 1946 unos varales de Eduardo Seco Imberg y diseñado por el ceramista Joaquín Pérez García, que en 1993 fueron sustituidos  por los magníficos varales diseñados del gran Cofrade y admirado don Juan Carrero Rodríguez.

Los varales de Imberg fueron adquiridos por la Archicofradia de Pasión de Málaga.

Curiosidades cofradieras. San Juan de las Penas.

Curiosidades.

Este San Juan que vemos en la foto fue donado a la Hermandad de las Penas de San Vicente  por don Juan Carrero Rodríguez, con destino a ser colocado en los altares del quinario.

La imagen de Luis Álvarez Duarte fue adquirida en 2003 por la Hermandad de la Borriquita de la localidad sevillana de el Viso del Alcor. En la foto el San Juan procesionando en el misterio de la Borriquita.

San Wilfrido.


Igual que hay un tonto para todo, también hay un santo para todo y aquí va un ejemplo, San Wilfrido de York. Un santo que podría ser el patrón de los sándwiches de york, esos que para algunos papis y mamis con las prisas casi siempre a ellos recurren.

Muchos y Dios.


Muchos no creen en nada, tanto es así, que ni en la luz del día a día. Pues para ellos simplemente es otro día nada más.

 Luego estos son los que más golpes de pecho se dan ante Dios, ese que es para ello su gran amigo y hasta su única familia,  ese al que le dan las gracias una y mil veces por haber nacido en una buena cuna y no en el suelo como otras criaturas que nacieron pobres y murieron más pobres, así también le rezo yo a Dios y lo tengo en un pedestal, ¿pero pobre sin nada y por día más?.

Juan de la Barrera y el convento de la Encarnación.


Se hizo el convento de la Encarnación en la plaza que lleva el mismo nombre, en unas casas del barrio que por aquellos tiempos fue conocido por el de los Ponces de Leon. Por legado testamentario de don Juan de la Barrera, noble sevillano muy  piadoso, que había militado en sus primeros años en las conquistas de las Indias de Occidente, donde hizo su fortuna (no como hoy muchos políticos).

Don Juan de la Barrera al no tener sucesor, daba mucho de su dinero a obras pías, por esto cuando murió el 25 de Abril de 1591, se dio lectura a su testamento, quién dejó su fortuna para la fundación de un convento de monjas bajo el nombre de Nuestra Señora de la Encarnación y una obra pía de casamiento de doncella.

No fue la fecha fundacional del convento hasta el 11 de diciembre de 1602.

Es la vida.

Es la vida como aquel pétalo que a la Esperanza le cae y a el nos agarramos para acariciar su palio. Es la vida esa que sin estos instantes no sería vida.

Pepe Botella y el Viernes Santo de 1810.


El 20 de Abril de 1810, Viernes Santo en Sevilla se encontraba el muy mamón de Pepito o Pepe Botella en la ciudad, resistiéndose a salir varias Cofradías por la asquerosa presencia de este energúmeno Botella.

 Solo tres al fin decidieron salir pensándoselo bastante; la del Prendimiento, Gran Poder y las Tres Necesidades, vistiendo los cofrades del Gran Poder de gala y duelo y las otras dos con su normal cuerpo de nazarenos.

Después de salir las tres Cofradías, no sé si porque el Botella de los cojones estaría mosqueado o vaya usted a saber, no presenció a ninguna en la calle, por lo que se quedó en el Alcázar el muy maleducado. Este gesto fue conocido en Sevilla como el timo de Pepe Botella, ese rey intruso, que habría que haberle dado con más de una botella en la cabeza. Pero de plomo.