En un País.


En un País  como el que vivo lo que hace falta es tener un par de huevos, como una tortilla. Y preocuparnos más de nosotros y los nuestros, no de marionetas que a su antojo nos manejan.

Enfermo de sexo.


Que haya gente que confundan una conversación a un metro de distancia con creerse que puede haber un toqueteo es de estar enfermo de sexo.

La Luz en la Feria.


Ahora todo el mundo en Jerez, que la Feria tiene más de un millón de bombillas, vamos casi como parados. Pero esto no interesa, en fin, que cuando termine le den unas cuantas de bombillas a algunas criaturas que seguro lo agradecen con factura pagada de luz incluida, que no se diga con la de luz que se paga en la Feria por Dios.

Albañil.


Me cago en diez, ¿por que nadie quiere ser albañil?.

En la Feria.


En la Feria de Jerez todo el mundo es artista, hasta los que te clavan por un rebujito de mierda mojón.

Ramón de Bonifaz y el Puente de Triana .


Fue el 3 de Mayo de 1248, cuando la gran hazaña de Ramón de Bonifaz se hizo famosa. Pues este gran personaje esperó el momento en que la marea del río estuviera alta y el viento a su favor con dos enormes barcos reforzados hasta el máximo para embestir al Puente de Barcas, que mediante gruesas cadenas unidas al pie del Castillo de San Jorge impedía paso y protegía la ciudad. 

Hecho historico, que dio lugar a la toma definitiva de Sevilla por las tropas de San Fernando, y que luego el propio Ramón de Bonifaz sería el que construyó unos astillero en el río Guadalquivir.

El Misterio del Porvenir.


El bello Misterio del Porvenir es de línea neobarroca con decoración de grandes hojas de acanto, tallado en 1950 y siguiendo el proyecto de Isorna, José Martínez, con la colaboración de Antonio Martín y Antonio Vega Sánchez con dorado de Herrera y Feria. 

Los medallones del Misterio son de 1957, del imaginero Gavira Alba, los cuales representan las escenas de la Calle de la Amargura, Humildad y Paciencia, Traslado al Sepulcro y la Crucifixión. Este conjunto se completa con cuatro querubines en sus esquinas, el que todos los Domingos de Ramos podemos disfrutar por las calles de Sevilla.

Foto de Romero.

La Virgen de la Paz.


La imagen de María Santísima de la Paz fue adquirida por los hermanos de la Hermandad del Porvenir en una exposición que el imaginero Antonio Illanes Rodríguez expuso en la calle Rioja. 

Antonio Illanes para realizar la bella Dolorosa se inspiró en los rasgos de su esposa Isabel Salcedo, una mujer guapísima que inspiró al autor más de una vez a la hora de crear algunas de sus Dolorosas.

María Santísima de la Paz porta en su mano izquierda una rama de olivo. Esta imagen fue restaurada y encarnada por el imaginero Sebastián Santos en 1955, y al producirse en 1979 el incendio en el altar de Quinario, la Virgen sufrió quemaduras, por lo que fue restaurada urgentemente por Francisco Arquillo.

Foto de Jose Corrales.

Nuestro Padre Jesús de la Victoria .


Bello Cristo, que realizó el imaginero Antonio Illanes Rodríguez del boceto que hizo Fernández Aguilar.

 La imagen del Cristo fue entregada la Hermandad del Porvenir en 1940. Una imagen policromada de vestir que por su gran naturalidad y movimiento parece como si andara fuera del paso en el momento que recibe el símbolo de la Redención.

Foto ABC.

Un día como hoy. Salida extraordinaria del Gran Poder.


Un día como hoy 3 de Mayo de 1939, fue la salida extraordinaria de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder al terminar la Guerra Civil.

Foto de Francisco Narbona Soto.

Calle Alhóndiga.


Sevilla en sus calles.

La calle Alhóndiga  fue un edificio que en época árabe se llamaba A-fondac , de esta palabra se deriva al castellano Fonda, con los significados de Hospedería  y Aduana. 

También se llamó calle Pocito de trigo y calle del Pan por haber estado estos almacenes en ella.

Plaza de la Alianza.


Sevilla en sus calles.

La plaza de la Alianza se llamo Consuelo por un retablo de esta  Virgen que estaba en el siglo XVI. Y en 1830, por haber una taberna de reuniones políticas llamada La Alianza se le puso este nombre.

Calle Almansa.


Sevilla en sus calles.

La calle Almansa debe su nombre en recuerdo de una célebre batalla de la Guerra de Sucesión, o por el regimiento de Almansa.