Capataces de Sevilla.


Todo hay que decirlo; hay capataces de Sevilla que lo deberían de mandar a Madagascar. Los gestos de algunos delante de los pasos son de vergüenza, pura vergüenza.

El Obispo de Salamanca y el acento andaluz.


La que se está liando con el Obispo de Salamanca y el acento andaluz, cuando nosotros mismo los andaluces al escuchar a alguien de cualquier pueblo o algún buen trabajador del campo con un acento diferente, nos pitorreamos casi en su cara. Más querernos y respertarnos entre nosotros es lo que hace falta, no tanta tontería.

El palmón.


Es el palmón de ramos bendecido y colocado en cualquier fachada de una casa, el que protege dicen contra la adversidad y la mala fortuna. 

Lo mismo vale y no hay que olvidar, la rama del olivo. Hay gente que tiene pequeños talismanes hecho por ellos con recortes del palmon bendecido.

El número uno .


Se considera el número uno como el padre (no el suyo) de todos los demás, simbolizando la armonía y el equilibrio (eso que nuestros políticos nos han hecho perder).  

Este número venía a ser, asimismo el número de la fortuna y la prosperidad, cuando españa por ejemplo era España.

El gato cuando se lava la cara.


Es una superstición entre las amas de casa, que dicen, que cuando el gato se lava la cara con esmero pues anuncia una visita inesperada, que para nada tiene que ser desagradable. Pero bueno, mejor que el gatito no se lave su carita.

El conejo.


Sí, ya sé que está del carajo con arroz, pero no vamos a hablar de gastronomía, para eso están unos cuantos gilipollas que por aquí nos hablan cuatro tonterías.

Es la pata o patita del conejo, la que disecada y conservada es uno de los amuletos más famosos. Sirve la pata para el mal de ojo y pequeños maleficios, así como para conjurar la mala suerte procedente de gente ceniza y de mal agüero, que hay tela.

Actualizamos Facebook.


Y dijo el bohemio: 

Actualizamos el Facebook, Twitter, Pinterest, Instagram y otras aplicaciones. Menos a nuestra vida, a esta que le den por culo.

Me cagué en los muertos.


Y dijo el bohemio: Un día como hoy me cagué en los muertos de un gacho...

La sábana.


La sábana (no confundir con la de Turín) para los supersticiosos nunca puede estar colocada en la cama al revés, traerá muy mala suerte para toda la familia. Ya saben, fíjense en ella cuando hagan la cama.

La escoba.


Si, tal como suena, la escoba. Esta a pesar de servir para barrer, sirve como por ejemplo para quitarse a una visita inesperada y muy pesada que usted no esperaba en su casa, pues solo hay que cogerla y ponerla al revés para que esa inoportuna visita se vaya lo antes posible.

También la escoba nos puede traer muy mala suerte. Pues hay que tener cuidado al barrer no pasarla por encima de los pies. Tengan cuidado.