La Santa Cena de Murillo de Santa María la Blanca.


Este maravilloso óleo acabado en medio punto lo podemos ver en la Iglesia de Santa María la Blanca de Sevilla, una obra tenebrista realizada con un grandísimo dominio en el manejo de las luces y sombras como sólo sabía hacer el pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo.

Sobresale del cuadro su centro, de donde emana esa medida luz que nos lleva a la figura principal de la obra como es el conseguido rostro de Jesús. Los ropajes de los apóstoles tienen mucho parecido a los que realizaba Juan del Castillo, pintor que influyó muchísimo en el estilo de Murillo.

Hay que destacar de este portentoso cuadro de Museo como curiosidad y que muchos ni conocen, una pena, que el San Juan parece ser que es el autorretrato de Murillo, sólo hay que fijarse un poco para darse cuenta que su rostro es el del genial artista.

Un Cristo del siglo IV en la Casa de Pilatos.


Sí, un Cristo del siglo IV, tal como leen, lo digo por esos muchos que sólo entran cuando uno falla en algo, es como si estuvieran esperando ese momento ansiado para ellos. 

Esta imagen de Cristo Joven, con una oveja sobre los hombros se venera en la Capilla de la maravillosa Casa de Pilatos en Sevilla.
Explicaremos breve está iconografía para los que no estén muy enterados no se hagan un lío y me digan que la foto no es la de un Cristo, que lo es, lo que pasa es que en la iconografía era frecuente entre los primeros cofrades, perdón, cristianos representar así a Cristo. El ejemplo lo tenemos en las pinturas de las catacumbas de Roma desde el siglo I, y luego vendrían los relieves para más tarde lo más esperado por mis amigos los capillitas, las estatuas de bultos redondo o los mosaicos, entonces no había Cofradías ni tantos cofrades peinados con la lengua de un Camello, si no lo hubieran sacado en alguna procesión o salida que es igual extraordinaria, representándose como él se había descrito en la parábola del Buen Pastor (Jn 1p,11).

El Buen Pastor de la Casa de Pilatos de sevilla está realizado en mármol, y mide menos de un metro, representando como hemos dicho a Cristo Joven con una túnica y con unas curiosas botas al estilo romano. Lleva a una oveja a la cual sujeta con la mano derecha, no llevando nada en la mano izquierda porque como ven no tiene, pero que llevaría un cayado de pastor. Está imagen está fechada hacia principios del siglo IV ( ayer mismo ). Bueno, esperemos que no haya algún despistado y le quiera hacer una Salida Extraordinaria a esta portentosa imagen del Buen Pastor, la que nada tiene que ver con las que están pensando algunos.

Foto de ORONOZ.

La portada del Hospital de las Cinco Llagas.


Vemos situada en el centro de la fachada principal del gigantesco Hospital de las Cinco Llagas la portada que da acceso al edificio, realizada en 1617 por Miguel de Zumárraga. Portada de dos cuerpos y de tipo retablo, en la que vemos en su primer cuerpo dos columnas tostadas con hornacinas entre ellas, las que soportan un balcón corrido con balaustrada.

La puerta del balcón está enmarcada por dos columnas jónicas. Rematada por un tímpano con dos Ángeles sosteniendo el escudo nobiliario con cinco racimos de uvas, los que representan a las Cinco Llagas de Nuestro Señor Jesucristo, rematando este conjunto una Cruz de cerrajería.

Una curiosa lápida de la portada dice:
"Doña Catalina de Rivera, y Don Fadrique Henríquez de Ribera, Marqués de Tarifa, Adelantado de Andalucía, con no menor gusto que piedad mandaron hacer esta amplísimo Hospital para Curar pobres, intitulado de las Cinco Llagas de JesuChristo; y los Reverendísimos Patronos y Administradores de su hacienda, para más perfecta memoria de tan grandes Príncipes, hicieron esta puerta en 1617".

La torre mudéjar desconocida de Sevilla.


Esta desconocida Torre se encuentra en la Avenida Reina Mercedes de Sevilla, la que perteneció al Pabellón de Córdoba, uno de los nueves pabellones andaluces que se hicieron para la Exposición Iberoamericana de 1929 diseñado por Carlos Sáenz de Santamaría. Sólo de conserva hoy la bella torre, o mejor dicho la muy desconocida Torre y el Teatro Lope de Vega de los nueves Pabellones.

El Pabellón de Córdoba se empleó durante la Guerra Civil como polvorín, el que quedó destruido por una explosión salvándose sólo la torre. Dicho Pabellón era e estilo neomudéjar, inspirándose el el arquitecto en motivos cordobeses y del que nos ha quedado como ya hemos dicho la bella torre, que tiene la curiosidad de reproducir a la original de la Iglesia de San Nicolás de la Villa ( Córdoba).

Pabellón de Córdoba de la Exposición Iberoamericana de 1929 de Sevilla.


La torre solitaria que quedó del Pabellón de la Exposición Iberoamericana de 1929 de Sevilla.


Torre original de la Iglesia de San Nicolás de la Villa ( Córdoba ).

No hay asco.


No hay asco más grande, que creerse una persona de bien.