Abuelos.


Vergonzoso y horrendo presumir de abuelos cuando a lo mas mínimo lo meten en un ASILO.

Gracia de Triana.


Nació María de Gracia Jiménez Zayas, más conocida como Gracia de Triana en la calle Patrocinio del sevillano barrio de Triana el 26 de Enero de 1919, siendo bautizada en la Parroquia de la O. Una artista como la copa de un pino que tocó tanto la copla como casi todos los palos del flamenco, y que cuándo se retiró regentó en la calle Luna de Madrid una pensión (nada que ver con las de hoy que te cobran casi como un hotel), donde falleció en 1989.

Gracia de Triana aparte de ser guapísima, cantaba maravillosamente y tenía una voz prodigiosa y gran maestría en dominar muchos palos del cante. Se le conoció también por el apodo de "La Calentito" por su padre, el que no tenía como están pensando un puesto de calentitos.

Fue la canción Ovejitas blancas con la que se hizo popular Gracia de Triana, la que interpretaría en la película Castañuelas. Una artista que como tantas otras de la época fue llevada al cine haciendo algunas películas, todo gracias a su voz delicada y dulce. Hoy cualquiera es artista en dos segundo si tiene suerte, tenga voz o no tenga un carajo.

Gracia de Triana.

El Arzobispo Cristóbal Rojas y Sandoval.


Nació el Arzobispo Cristóbal Rojas y Sandoval el 26 de Julio de 1502 en Fuerterrabía (Guipúzcoa), y falleció  El 22 de Septiembre de 1582 en Cigales (Valladolid).

 Este Arzobispo fue quien fundó la señera Cofradía del Dulce Nombre  de la Quinta Angustia, por lo que el Niño Jesús es titular de la misma, obra de Jerónimo Hernández que procesiona en el Corpus de la Magdalena.

Llegó el Arzobispo Rojas y Sandoval a Sevilla el 8 de Agosto de 1572, recibiendo una entrada muy cariñosa por el pueblo al saber que era un hombre generoso con los más necesitados (no como otros). Por esto fue tan querido y respetado, siendo en su pontificado cuando llegó para fundar convento en la ciudad Santa Teresa, a la que el mismo atendió.

Cuando vino de visita a Sevilla el poderoso Rey Filpe II, fue el Arzobispo Sandoval quien hizo intervenir al monarca para la construcción de una Lonja de Contratación, la que hoy es el Archivo de Indias y Patrimonio de la Humildad. Para así evitar que las gradas de la Catedral no estuviesen tan llenas de mercaderes, los que muchas veces por las inclemencias del tiempo entraban en la Catedral.

Foto de Daniel Salvador.

La Adoración de los Pastores de Murillo en el Museo de Bellas Artes de Sevilla .


Esta maravillosa, portentosa y sublime obra de arte no está en el extranjero, se encuentra en el maravilloso Museo de Bellas Artes de Sevilla, la segunda pinacoteca de España y no muy visitado por los propios andaluces. 

La obra es del genial pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo, la que realizó hacia 1668 y representa la Adoración de los Pastores. Obra que estuvo en el convento de Capuchinos hasta su desamortización.

Destaca del soberbio cuadro la luminosidad de la Virgen y el Niño con la triste luz del resto de las figuras. Un cuadro donde vemos a querubines, un niño con un gallo, un cordero que lleva un pastor y esos colores que sólo Murillo supo imprimir en sus cuadros como nadie.

El Brigada Don Rafael Macías Borras.

Nació el conocido y muy olvidado por muchos cofrades Don Rafael Macías Borras en el sevillano barrio de San Bernardo en 1886, y falleció en 1934. Gran personaje que perteneció y tuvo a sus órdenes una de las grandes Bandas de Clarines de Sevilla, ingresando en el Regimiento Montado de Artillería en 1901con sólo 14 años de edad, y del que dicen destacaba por sus toques de Retreta y Polca.

Fue tan grande el Brigada, que en 1929, al coincidir la Semana Santa con la Exposición Iberoamericana, estuvieron en Sevilla SS.MM. Los Reyes Alfonso XII y Eduardo VII de Inglaterra con la Banda del Regimiento de Húsares de la Princesa, los que acompañaban a la Hermandad de las Cigarreras y la del Brigada sevillano a la de Montesión. Estas dos Bandas se cruzaron en la muy cofradiera y cerrada plaza por Semana Santa de La Campaña, donde había tocado ya la de Madrid. Pero el Brigada con su porte y maestría montado a caballo con su clarín de ensueño empezó la archiconocida marcha Los Campanilleros, por lo que el público maravillado aplaudía al Maestro Rafael sin parar ante la otra Banda.

Vivía con tanta pasión el Brigada su música, que cada vez que actuaba daba todo al cien por cien,  lo que le hizo caer enfermo de una grave dolencia pulmonar en 1931. Hasta el propio Rey Alfonso XIII, en reconocimiento a su arte le regaló un clarín con su firma y la boquilla en oro, lo máximo. Por eso cuando hoy más de un tonto aplaude por nada y a cualquier solista de banda en una de esas modernisimas marchas tipo discoteca no hay que asustarse, ya aplaudieron antes al Brigada Rafael de San Bernardo.