La Virgen de la Oliva de Lebrija.


En la Iglesia de la Oliva de Lebrija (Sevilla) podemos ver una de las más grandes imágenes de la Virgen  no sólo de Lebrija, sino de España me atrevería a decir. Obra realizada por el gran Alonso Cano en el siglo XVII, y una de las imágenes más logradas de la Escuela Andaluza de Escultura.


La Virgen de la Oliva aparece con el manto recogido en su parte inferior todo lleno de pliegues muy conseguidos de un gran realismo, con el Niño sobre su brazo izquierdo. Tanto la conseguida expresión del rostro de la Virgen como el del Niño es de una exquisitez única en nuestra imaginería, sólo al alcance de los grandes.

Cayetano de Acosta.


Este grandísimo arquitecto, retablista y escultor nació en Portugal en 1711 y falleció en Sevilla en 1780, dejando en la Tierra de María Santísima un enorme patrimonio. Parece ser que llegó a Sevilla nuestro artista hacia 1750, del que se tiene constancia que en 1755 trabajaba en la construcción de la fuente del patio principal y otros trabajos para la Real Fábrica de Tabacos.

Retablo mayor del convento de Santa Rosalía.


Por su abundante producción en Sevilla y de gran calidad, es Cayetano de Acosta uno de los arquitectos retablista y escultor más importantes de su época sin dudarlo en ningún momento. Pues sólo hay que ver su obra para saber la monumentalidad de la misma. Las que ante ellas nos perdemos como si estuviésemos en un bosque, cuyos árboles son hornacinas, columnas y rocallas.

Retablo mayor de la Capillita de San Jorge.


Entre las muchas obras que a Sevilla dejaría el portugués resaltaremos las siguientes: La Fama de la portada principal de la Fábrica de Tabacos, el retablo mayor y otros seis del maravillosos y acogedor convento de Santa Rosalía, encargados por el Arzobispo Francisco de Solís Folch y Cardona por el incendio que sufrió la Iglesia en 1761, siendo hoy una de las Iglesias más bellas de esta Sevilla Oculta.

Retablo mayor de la Iglesia del Divino Salvador .


Pero de entre sus obras, si tuviéramos que elegir a tres, elegiríamos el sublime retablo de la Capillita de San José, el retablo mayor de la Iglesia del Divino Salvador y el retablo de portada de la Capilla Sacramental de esta misma Iglesia. Toda una obra catedralicia la que aquí nos dejó Cayetano de Acosta para poderla admirar y disfrutar, un artista al que Sevilla nunca le podrá agradecer lo suficiente esa magna obra y del sello tan propio que en ella le dejó.

La Virgen de la Granada de la Colegiata de Osuna.


Foto de Wikimedia.


La bellísima Virgen de la Granada se encuentran en un altar de la Capilla de la Colegiata de Osuna de su misma advocación, obra realizada en madera de pino de Flandes, dorada y policromada atribuida al escultor Diego Guillén Ferrant. Artista francés del siglo XVI que se asentó en España.

Se representa a la Virgen de la Granada con el Niño en el brazo izquierdo, llevando en la mano derecha una granada. Mientras que a los pies de la Virgen vemos tres cabezas de querubines, saliendo de la imagen una ráfaga de rayos dorados y alrededor una orla con cabecitas de querubines.

Tiene la curiosidad la Virgen de tener a la altura de su pecho un Sagrario para guardar en él la Eucaristía. Pues hay que recordar, que antiguamente era costumbre de presentar el Sagrario dentro de las imágenes, siendo sin duda alguna, una de las imágenes más interesante que guarda la bellísima Colegiata de Osuna.

La Adoración de los Pastores del Convento de Santa Paula.


Este gran cuadro de la Adoración de los Pastores está atribuido al afamado pintor José de Ribera (1591-1652), donde se deja ver la influencia del grandísimo Caravaggio. Obra que se encuentra en el Museo del magnífico Convento sevillano de Santa Paula.


La pintura de la Adoración de los Pastora pertenece a la primera época del artista, destacando del mismo la luz que emana del Niño y la Virgen, mientras que los pastores salen de la sombra. Esta pintura llegó al Convento de Santa Paula desde la Casa del Infantafo, una pieza importante entre las muchas que atesora el Convento sevillano.

Nuestro Padre Jesús Sin Soga de Écija.


Se encuentra en la Iglesia de Santa Bárbara de Écija una de las mejores imágenes de Nazareno de toda Andalucía como es: Nuestro Padre Jesús Sin Soga, de una grandísima calidad artística y portentosa obra del afamado imaginero de la Escuela Barroca Sevillana, José Montes de Oca, quien la realizó en 1732.


Este maravilloso y sublime Nazareno de Écija es de un gran realismo, el que se puede apreciar en su conseguida cabeza como en las manos y pies del mismo, sólo al alcance de grandes maestros. Procesiona por las calles del bellísimo y monumental pueblo de Écija cada tarde de Viernes Santo, orgullo de todo el pueblo.


Recibió culto el Nazareno bajo la advocación de Jesús Cansado en la desaparecida Capilla de San Gregorio, siendo esta actual advocación recuperada por la Hermandad en 1977 por una antigua leyenda del  Nazareno del retablo callejero de la Capilla exterior de Santa Bárbara, que hizo el milagro de desprenderse de su cíngulo de esparto para convertirlo en oro y socorrer a un devoto necesitado que le rezaba desesperadamente por su grave situación ( esa que hoy siguen sufriendo muchas buenas personas por culpa de nuestros políticos ).

Un Sarcófago Paleocristiano en Écija.


Foto de Wikimedia.


El valioso Sarcófago paleocristiano de Écija (Sevilla) se encuentra en la Iglesia de Santa Cruz, realizado en piedra calcárea en el siglo V de (2,17 metros de longitud, 0,40 de ancho y 0,74 de altura. Este Sarcófago se encontró en las excavaciones de 1885, en la Capilla de la Virgen del Valle de la Iglesia.

Se representa en la parte delantera las figuras del Buen Pastor, con la oveja sobre sus hombros. Y a la derecha la figura de Abrahán, cuando va a sacrificar a su hijo Isaac, mientras que en la izquierda está la figura del profeta Daniel en el foso de los leones, al que fue lanzado sin recibir daño alguno.

Como curiosidad comentar, que son muchos los historiadores que creen que el Sarcófago pudo haber sido el sepulcro del mártir San Crispín, primer Obispo de Écija. Como ven, y no hace falta decir nada, nos encontramos ante una de las piezas del arte Paleocristiano más importantes de las que aún se conservan en Andalucía.


La Piedad de Juan de Guy de la Iglesia de San Martín.


Esta magnífica Piedad del pintor de origen flamenco Juan Guy Romano se encuentra en la Capilla situada debajo del órgano de la Iglesia de San Martín, obra firmada en 1608 por el artista. Toda una gran obra donde Guy crea una sublime naturalidad.

Foto El Correo de Andalucía.


Destaca de la pintura la conseguida luz de Cristo descendido de la Cruz, la que ilumina a todo el conjunto. En la escena vemos a la Virgen cogiendo con sus manos la mano izquierda de Cristo para besarla, mientras que las demás figuras portan el Cuerpo de nuestro Señor mirando fijamente a este, con un paisaje al fondo donde se deja ver Jerusalén. Otra joya más de la pintura, que encierra esa Sevilla Eterna para deleite de aquellos amantes al arte.

Cartelitos.


Cartelitos, pregones y un sinfín de tonterías es lo que gusta cada vez mas en nuestras COFRADÍAS.

Las Tablas Alfonsíes de la Catedral.



De las grandes maravillas que atesora la Catedral de Sevilla, son las Tablas Alfonsíes sin duda alguna de las más destacadas. Pues esta obra de orfebrería son la pieza de plata más antigua que conserva la Catedral, siendo una de las obras más valiosa de la orfebrería gótica en España del siglo XIII, que Alfonso X el Sabio dejó a la Catedral por ser su cuerpo enterrado en ella.

En el tríptico de las Tablas Alfonsíes se guardan en sus casetones nada más y nada menos que 320 reliquias de Santos, hecho en madera de alerce y recubierto con chapas de plata repujada y sobredorada, con incrustaciones de esmeraldas, esmalte, amatistas y camafeos. Encontrándose en el casetón central un camafeo de agata con la Virgen con el Niño, San Gregorio y San Juan Crisóstomo con motivos alegóricos todos relacionados con la historia de la Redención en los camafeos de la parte exterior. 

Como curiosidad comentar de esta sublime obra de arte, como son las Tablas Alfonsíes, que en 1284, estuvieron colocadas en el altar mayor de la mezquita almohade convertida en Iglesia cristiana . Una pieza de Museo como ven, y no sólo ya por su riqueza artartística, que la tiene, sino por su gran historia que encierra las puertas de este tríptico único en España.

Una curiosa pintura de la Virgen del Valle en la Catedral.



Esta más que curiosa y original pintura de la Virgen del Valle o del Pozo Santo realizada en tabla la podemos ver en la Sacristía de los Calíces de la Catedral sevillana, la cual procede de la colección del deán López Cepero, quien la dejo a la Catedral.

La pintura ha estado atribuida a Francisco Pacheco como a Pablo de Céspedes. Pero actualmente se atribuye al pintor malagueño nacido en Ronda Alonso Vázquez a últimos del siglo XVI.

Como habrán leído, hemos dicho antes del Pozo Santo, si. Pues se debe al milagro de la Virgen, por eso se ve a sus pies a un niño, el que había caído a un pozo y milagrosamente subió sano y salvo. Mientras que a la Virgen la vemos rodeada de Ángeles, presentando al Niño entre un colorido perfecto que da a la obra un encanto especial.

La Custodia de Écija.

Foto de Nio Gómez.


En la Iglesia de Santa Cruz de Écija se encuentra la maravillosa Custodia de plata que realizará el gran orfebre Francisco de Alfaro entre 1578 y 1586, de 1,90 cm de alto más pedestal de 80 cm posterior.

La Custodia de templete es de estilo manierista, y está compuesta por tres cuerpos con pedestal realizado a principios del siglo XIX por José Franco Hernández, dándole un gran realce a la Custodia. En el primer cuerpo va el Santísimo, rodeado con las figuras de los apóstoles. En el segundo cuerpo vemos el sacrificio de Isaac y en el tercer cuerpo a Cristo Resucitado. Encontrándose unos bellísimos relieves del Antiguo y Nuevo Testamento en las cenefas. Otra joya más, que tanto Écija como Sevilla pueden presumir de tenerla en su gran patrimonio.

La Custodia de Carmona.



Esta monumental pieza de incalculable valor se encuentra en la Iglesia de Santa María de la Bella, Carmona (Sevilla), una de las mejores obras de orfebrería de toda Sevilla, la cual sale en el Corpus.

Realizó la bellísima Custodia el gran orfebre Francisco de Alfaro entre 1579 y 1584, en plata y de estilo manierista, la que mide cerca de dos metros de alto. 

Tiene esta Custodia el programa iconográfico todo relacionado con la Eucaristía; en la primera planta se presenta el anuncio de este misterio, en la segunda la entrega del Cuerpo de Cristo y en la tercera la resurrección de la carne. Programa que serían cambiado pasando el Santísimo de la segunda planta a la primera en el siglo XVIII, colocándose un  Ostensorio con un viril en oro con ricas piedras preciosas. Toda una joya, que el pueblo de Carmona orgulloso se puede sentir de poseer en su inmenso patrimonio.

Intelectuales.


Con tantos intelectuales en nuestras Cofradías no me extraña nada ver las mamarrachadas de carteles, Vírgenes mal vestidas y libros de mierda editados por algún que otro Capillita con enchufe.

El San Juan Bautista de Zurbarán de la Catedral.


Esta gran obra de San Juan Bautista se encuentra en la Catedral Sevilla, la que por su grandísima colección de pinturas podríamos llamar "El Museo de la Catedral", siendo esta pintura del afamado pintor Francisco de Zurbarán en 1640.


Vemos en la obra un paisaje al fondo, apareciendo en primer plano el San Juan Bautista con el Cordero de Dios. Magnífico por como esta realizado toda su figura, de la que resalta los claroscuros del genial artista, como la anatomía del Santo y la túnica, realizada de una tal exquisitez que parece salir de la obra.

El retablo de la Milagrosa de Cayetano González.


Nos encontramos ante una obra maravillosa y bastante desapercibida como es el magnífico retablo de la Milagrosa, el cual se encuentra en la Iglesia del Sagrado Corazón de Sevilla, obra realizada por el afamado orfebre Don Cayetano González. Una de las grandes obras del orfebre por su grandísima calidad.


El retablo es de plata, el que lo preside la imagen de la Milagrosa en una hornacina junto con dos más a los lados, y sobre la imagen una cúpula coronada por una corona. Destaca de esta obra de arte la Anunciación de la Virgen en el frontal, donde demuestra su mejor hacer Cayetano González.

La Magdalena de El Greco de Paradas.



Esta maravillosa Magdalena Penitente se encuentra en la Parroquia de San Eutropio de Paradas (Sevilla), obra realizada por El Greco entre 1580 y 1585.

Se representa en el cuadro a la Magdalena con larga cabellera ante una gruta y un cielo del estilo que el artista realizaba, elevando su mirada hacia el cielo y las manos en actitud orante. Viste túnica blanca y manto oscuro, con un pañuelo transparente sobre el cuello, encontrándose a la derecha con sus símbolos de una calavera y el tarro de los afeites con los que ungió los pies de Cristo. Toda una joya entre las tantísimas que guarda la Archidiócesis de Sevilla.

Paño del Valle.


En el MacDonalds he visto mejores Carteles que el Paño de la Verónica de la Hermandad del Valle.

Es la Esperanza.


Es la Esperanza la luz que de San Gil ilumina a Sevilla, es la fe verdadera, el suspiro del Macareno, la paciencia de esperarla en su Madrugá y la Madre de Dios verdadero, que no es otro que el Señor se la Sentencia. El que junto a su Bendita Madre hacen que sea la Esperanza la luz que de San Gil ilumina a Sevilla.

Inmágico.


Inmágico.

Según nuestro Diccionario alocado y no el de la Real Academia significa: Persona falta de magia, que quiere resaltar en cualquier reunión consiguiendo solo una cosa; ser mas imbécil de lo que es.

El Cristo de las Misericordias de Guillena.


Este portentoso Crucificado de las Misericordias se encuentra en la Iglesia de Nuestra Señora de la Granada en Guillena (Sevilla), imagen anónima del siglo XVI de estilo renacentista de un gran realismo y como tantas otras muy desconocida.

También se conoce al Cristo de las Misericordias como el Cristo del Cementerio, por haber estado desde el siglo XIX en la Capilla del mismo hasta la Guerra Civil, que fue trasladado a la Iglesia de Nuestra Señora de la Granada, donde actualmente se encuentran.

Se representa al Crucificado con la cabeza inclinada al pecho, dando más la sensación de dulzura que de dolor, lo que hace llevarnos al rezo. Una joya más, que tanto Guillena como Sevilla se pueden sentir orgullosas de tener en su inmenso patrimonio.

La Virgen del Carmen de la Iglesia de San Benito.


Esta Virgen del Carmen la podemos ver en la sevillana Iglesia de San Benito, una curiosa imagen que en vez de llevar Niño como estamos acostumbrados a ver en esta advocación aparece con las manos abiertas. Como también es curiosa las cabezas de Ángeles que aparecen a los pies de la Virgen, magníficas todas por su calidad pero más bien para las Inmaculadas, por lo que le dan un aspecto muy peculiar.


Es obra del siglo XVIII y autor anónimo de la Escuela Sevillana la Virgen del Carmen, la cual vemos con el hábito y la capa de la Orden Carmelita estofados muy ricamente. Sobrecogiéndonos de ella su dulce rostro.

Una vez más, nos damos cuenta que no todo el arte en Sevilla está en su Catedral o en un sitio en concreto. Pues en cualquier Iglesia, Capilla o Convento se pueden encontrar con imágenes como esta, las que aún siguen esperando día tras día la visita de alguien.

Santa Ana con la Virgen Niña de Pedro Roldán de la Iglesia de Santa Cruz .


En un maravilloso retablo contratado hacia 1672 con Bernardo Simón de Pineda en la Iglesia de Santa Cruz se encuentra la magnífica talla de Santa Ana y la Virgen Niña, obra del Maestro Pedro Roldán en el siglo XVII .


Es Santa Ana con la Virgen Niña de Pedro Roldán, una de las mejores representaciones en esta iconografía de Sevilla. Destaca del grupo la gran expresividad muy realista de ambas figuras, las que parecen que de un momento a otro van a hablar.

Una Inmaculada de Herrera el Viejo en el Palacio Arzobispal de Sevilla.



Una vez más nos vamos al Palacio Arzobispal de Sevilla, toda una pinacoteca por la gran cantidad de obras que atesora de una enorme calidad. Como esta Inmaculada realizada por el afamado pintor Francisco Herrera el Viejo hacia 1615, toda una joya del patrimonio sevillano.

Realizó Herrera la Inmaculada para la Antigua Hermandad de la Vera Cruz, que formaba parte de una serie de pinturas encargadas al artista para la decoración de la Capilla de dicha corporación cuando se encontraba en el Convento Casa Grande de San Francisco, llamándose Inmaculada con doncellas de la Hermandad de la Verá Cruz. Hay que recordar, que esta Hermandad tiempos atrás fue bastante pudiente.

Como podemos apreciar en la foto, la pintura es de una muy buena calidad. La Virgen aparece con las manos unidas sobre el pecho, la túnica rosa y el manto azul, junto a unas monjas, consiguiendo el artista una preciosa luminosidad arriba de Inmaculada con el oscuro de las monjas sin desentonar en absoluto. Una vez más me repito y vuelvo a decir: Sevilla no sólo tiene un Museo, tiene varios, el problemas está que ni uno ni otros son los suficientemente visitados.
 

Una Trinidad de Luis Tristán en la Catedral.


Esta curiosa y magnífica pintura de la Trinidad se encuentra en la Catedral sevillana, obra realizada en 1624 por el pintor toledano Luis Tristán, una obra que por la expresividad de sus figuras nos recuerda al Greco. Es esta una de las escasas obras de Tristán que en Andalucía hay, por esto la Catedral de Sevilla no sólo es un templo, es un Museo por todo lo que en ella guarda.

Foto de Wikimedia.


Mide el cuadro de Tristán (149x97cm), en el que se representa a Cristo muerto por el Padre Eterno y la paloma del Espíritu Santo. Si nos fijamos bien, la figura de Cristo es la que casi ocupa toda la composición, es como diciéndonos el artista, que es la más importante y que sólo nos fijemos en ella. Como curiosidad comentar, que Luis Tristán tomó como modelo una estampa de Durero.

El Cristo de las Penas de Almensilla (Sevilla).


En la Iglesia de Nuestra Señora de la Antigua de Almensilla (Sevilla) nos encontramos con la imagen del Cristo de las Penas, obra anónima del siglo XVI y bastante desconocida. Suele pasar que al no está en la capital, muchos sabios lo ignoran y lo apartan como a otras muchas imágenes que no tienen el bombo semanasantero, no hay más.


Nos sobrecoge del cristo de las Penas su serenidad y belleza, como la suave inclinación de su portentosa cabeza. Destacando del mismo su maravillosa anatomía, la que pocos artistas hoy consiguen con esa naturalidad.

Una Asunción de la Virgen de Matías de Arteaga en el Palacio Arzobispal.


La maravillosa pintura de la Asunción de la Virgen se encuentra en el techo el anteoratorio del Arzobispado de Sevilla, obra realizada por Matías de Arteaga hacia 1669 de (5,40x1,86cms).

Foto El País.


Aparece la figura de la Virgen elevada y con Ángeles, mientras que en lo alto está la Santísima Trinidad. Una gran obra de arte y de la que nos llama la atención al verla, el apostolado que la rodea. Todo un espectáculo del arte.

La Resurrección de Juan de Oviedo del Salvador.


Realizó este bellísimo relieve el arquitecto y escultor Juan de Oviedo a principios del siglo XVII, el cual se encuentra en la Iglesia del Salvador de Sevilla. Dicho relieve perteneció al antiguo retablo, diseñado por Miguel de Zumarraga, siendo este junto a la Adoración de los Pastores los dos únicos que quedan de Juan de Oviedo.

Foto de 123RF.


Se representa en el relieve la Resurrección de Cristo, junto a los soldados romanos que custodian la tumba. Y rodeando a Cristo una orla de cabezas de Ángeles, un relieve del que hay que destacar el manto de Cristo, el que está tallado con una grandísima maestrías.

La Santa Catalina de Francisco de Ocampo de Villanueva del Ariscal.


La imagen de Santa Catalina de Alejandría se encuentra en la Iglesia de la Virgen de las Nieves de Villanueva del Ariscal (Sevilla), realizada hacia 1635 por el afamado imaginero Francisco de Ocampo.


Como podemos ver en la foto, Santa Catalina es más que bella, recordándonos su perfecto rostro a algunas imágenes de Ocampo. Lleva en su mano derecha la palma del martirio, mientras que su mano izquierda la apoya en una rueda, siendo de una grandísima calidad la talla de su manto y vestido con la cabeza de un Ángel en el pecho. Toda una soberbia imagen, que muestra lo mejor del barroco sevillano.

El muy desconocido retablo de la Iglesia de la Magdalena.


Digo desconocido retablo, porque al entrar en la monumental Iglesia de la Magdalena muchos donde primero se van es a visitar las imágenes que procesionan en nuestra Semana Santa sin fijarse en las muchísimas obras de arte que está Iglesia atesora. Como por ejemplo el magnífico retablo de Juan de Mesa de la Asunción de la Virgen, uno de los conjuntos más valioso de la Iglesia como también de las obras del artista cordobés.


El retablo de Asunción de la Virgen lo realizó Juan de Mesa en 1619, el que consta de dos partes y en el que vemos a la bellísima Virgen rodeada de Ángeles en el gran momento de su Asunción. Con los ojos elevados al cielo, y con cuatro Ángeles que la llevan y seis cabezas de otros a sus pies, vestida de túnica blanca y un manto azul  con un vuelo perfectamente conseguido, y las manos extendidas, siendo los Ángeles de una grandísima calidad en su talla.

Foto de Rafaes.

Y en la parte alta del retablo, ya de menor tamaño se representa la Coronación de la Virgen, a su llegada al cielo ( donde muchos no llegarán espero, por las malas obras que van a dejar en la tierra ), donde el Padre y el Hijo le ponen la corona sobre la cabeza en presencia del Espíritu Santo en forma de paloma. Un retablo que si usted no lo conoce, desde de aquí le recomendamos su visita. Pues se encontrará ante una de las obras más maravillosa que Juan de Mesa dejó para la Sevilla Eterna.

Mujeres fotógrafas.


Algunas prepotentes mujeres fotógrafas ya han conseguido publicar algunas de sus fotos en algun boletín que otro de alguna Cofradía. Digo lo de prepotentes porque con las que me he encontrado dejan muchísimo que desear.

Marta Sánchez.


Marta Sánchez. La cantante que no canta.

Ser liberal.


Ser liberal no es ir de zorra. Todo se esta confundiendo.

La Semana Santa mas hermosa del mundo IV.



La Semana Santa mas hermosa del mundo III.



La Semana Santa mas hermosa del mundo II.



La Semana Santa mas hermosa del mundo.


 

La liberación de San Pedro de Valdés Leal.


No solo las grandes obras de arte se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, también hay muchas repartidas por toda Sevilla de una calidad museística sin discusión. Como por ejemplo la liberación de San Pedro del gran pintor Juan de Valdés Leal de la Catedral sevillana.


La pintura de Valdés Leal de la Catedral fue pintada en 1665, en la vemos una perfecta luminosidad del Ángel que se aparece a San Pedro con los contrastes de este. Es el Ángel de esta pintura, una de las mejores representaciones de Valdés Leal de todas sus obras por el movimiento, sin dejar pasar por supuesto el conseguido rostro del santo. Pinturas como esta hacen de Sevilla el mejor Museo que uno se pueda imaginar.

La curiosa Piedad de Juan de Sevilla de la Catedral.



Juan de Sevilla (1643-1695), pintor de Granada realizó más que una curiosa obra de arte para la Catedral sevillana como es, la Piedad. Una obra donde aparece Cristo muerto en los brazos del Padre Eterno y no en los de María, la que vemos con los brazos abiertos con un gran dolor en su rostro.

La pintura de (267x332 cms), y firmada se encuentra en el vestuario de los canónigos. Obra digna de ser estudiada por la gran composición de sus personajes y la luz que se centra en el cuerpo de Cristo, como de los colores suaves que dan vida a todo el conjunto.

Están representadas en la pintura de Juan de Sevilla el Padre Eterno con Cristo, la Virgen, San Juan y las tres Marías, mientras en la parte superior izquierda vemos a unos ángeles que portan una cruz, y otros alrededor de Cristo recogiendo la sabana. Otra joya más de las tantas que no sólo conserva la Catedral, sino cualquier Iglesia o contento en cualquier recoleta calle de esta Sevilla Eterna.

El Crucificado de Juan de Espinal del Palacio Arzobispal.

Foto ABC.

Este sublime Crucificado que vemos en la foto es ante de su restauración, el cual se encontraba en mal estado por la humedad de haber estado colocado a finales del siglo XVIII por el Arzobispo Francisco Javier Delgado y Venegas en la escalera del Palacio con otros cuadros del gran pintor Juan de Espinal.

De Juan de Espinal es este Cristo Crucificado, una de sus mejores obras, hay que recordar que este artista fue uno de los mejores pintores de la Escuela Sevillana del siglo XVIII, el que demuestra su grandísima calidad en este Crucificado. Destaca de esta obra el sudario y el cuerpo de Cristo, al que ha sabido dar el artista unas pinceladas extraordinarias de ensueño.

La multiplicación de los panes del Hospital de la Caridad .



Esta soberbia pintura se encuentra en el maravilloso Hospital de la Caridad de Sevilla, obra del pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo de (333 x 559 cms.) la cual indica la gran importancia de esta acción misericordiosa.

Se representa en la escena como vemos en la foto la multiplicación de los panes, realizada por Cristo, destacando su gran paisaje de fondo con unas colinas a la izquierda donde está situado Cristo con los panes en sus manos para bendecirlos y hacer de ellos la multiplicación.

En el lado derecho de la pintura hay un grupo de mujeres que miran con atención lo que Cristo está realizando. Mientras que en el magnífico fondo del paisaje vemos a una multitud que espera el milagro de la multiplicación de los panes. Una obra a la altura del Hospital de la Caridad, el que está considerado uno de los mejores monumentos de toda Sevilla.

El Cristo de la Vera Cruz de Salteras.


Fotos de RV.

La gran imagen del Cristo de la Vera Cruz de Salteras (Sevilla) está atribuida al gran escultor de origen flamenco Roque Balduque, obra de la primera mitad del siglo XVI de estilo gótico. Tiene esta imagen la curiosidad de estar casi entera ahuecada, para que pudiera ser portada por alguien en procesión, de ahí que antiguamente hicieran muchos Crucificados con poco peso.


Como otras muchas 
imágenes, el Cristo de la Vera Cruz ha sufrido a lo largo de su historia más de una restauración. Se convirtió en una imagen articulada, pero en la década de los cuarenta, el escultor Sebastián Santos Rojas la deja en su estado original con los brazos fijos. Decir antes de terminar, que Roque Balduque tiene bastantes imágenes atribuidas de la Virgen en Sevilla de una calidad impresionante, y que participó en el monumental retablo mayor de la Catedral sevillana, el más grande de la cristiandad.

La Virgen del Simpecado de la Hermandad del Museo.

Foto Hermandad del Museo.


Este maravilloso e histórico Simpecado de la Hermandad del Museo fue realizado en 1946 en los talleres de sobrinos de Caro, magnífica obra de estilo barroco. Los bordados empleados en este Simpecado proceden de un antiguo manto de la Virgen de las Aguas de 1890.

Destaca del soberbio Simpecado de la Hermandad del Lunes Santos la imagen de la Virgen con el Niño, la que está atribuida al afamado escultor Juan de Juni (1507-1577). Toda una señera imagen que lleva una gran historia por un documento encontrado tras la restauración a la que fue sometida.

Según el documento dice, que la Virgen con el niño perteneció a San Francisco de Borja, III General de la Compañía de Jesús, Marqués de Lombay, Grande de España, I Duque de Gandía y Virrey de Cataluña. Una Virgen que fue donada a la Hermandad por su descendiente Excma. Sra. Doña Ángela María Téllez-Girón, Duquesa de Osuna y Gandía por la vinculación que tuvo con dicha corporación. Si se han dado cuenta, estamos ante una grandísima historia, la de poder seguir cocontemplando todos los Lunes Santo a una Virgen que ya no es que sea del afamado Juan de Juni, sino que perteneció a San Francisco de Borja. Estas son las historias que hacen grande a nuestras Hermandades, no otras.

La Trinidad de Montañés de la Iglesia de San Idelfonso.



Nos encontramos ante una de las obras más excepcionales y a la vez como otras muchas muy desconocida del Maestro Juan Martínez Montañés, la Trinidad que realizó en 1609 de la Iglesia de San Idelfonso de Sevilla. Esta Trinidad fue encargada Por el beneficiado Lucas Pérez para ser colocada en un retablo que está desaparecido, quedando este relieve que más que sublime yo diría que es real por como lo gubió el artista de Alcalá la Real (Jaén).

Aparece en este gran relieve como podemos ver en la foto el Padre Eterno, envuelto en un gran manto que parece tener vida, rodeado de cabezas de ángeles y la paloma simbólica del Espíritu Santo. Mientras que bajo de el Padre Eterno aparece la bellísima figura de Jesús entre María y José. Una obra, que lamentablemente muchísimos amantes del arte ni siquiera conocen, siendo esta una de las más importantes del artista alcalareño.


El Finis Gloriae Mundi de Valdés Leal .



En el Finis Gloriae Mundi (El fin de la gloria del mundo) aparece un cadáver de un Obispo en descomposición, junto a los despojos de órdenes militares; en la parte alta, una mano angélica muestra una balanza, en la que vemos en sus platillos las obras buenas y malas que son pesadas en el juicio, con los letreros: Ni más, ni menos.

La maravillosa aunque un poco fúnebre pintura es obra del grandísimo pintor Juan de Valdés Leal hacia 1672. Obra que fue encargada por el propio Miguel de Mañara y hoy es una de las mejores pinturas del arte barroco español junto al In Ictu Oculi.

 Así nos iremos todos, como este Obispo de este cuadro que muestra al visitante de que nada se llevará tras la muerte, la que no entiende de posiciones alguna.

Mañana Vía-Crucis.


Mañana Vía-Crucis. El que llevan muchas buenas personas durante todo el año y nadie se acuerdan de ellas.

Arte contemporáneo.


Un carajo para el arte contemporáneo y las mamarrachadas de carteles como el de la Hermandad del Valle. Si eso es arte yo soy Al Capone.

Capataces.


Es curioso esos capataces de cofradías que van de serio, y todo se lo deben a esas grandes y magníficas bandas de cornetas compuestas por grandes músicos, las que si no existieran la tendrían que inventar.

Que bien se duerme.


Que bien se duerme con la verdad y que de puertas te cierra. Pero para lo que hay tras esas puertas que se la queden esos imbéciles hijos de putas.

Capataz.


No sabía un servidor, que asistir a una conferencia altanera de un capataz con minúscula de nuestras Cofradías fuera más importante que por ejemplo visitar el Museo de Bellas Artes de Sevilla .

Que curioso.


Que curioso que ningun Mamón cofrade, por ejemplo muchos de Jerez digan; me he colocado gracias a las hermandades y llevar muy bien la escupidera al Mamón de turno. Oleeee...

Ligar por las redes sociales.


Ligar por las redes sociales es como meter la polla en el mar para encontrar a una sirena.

In ictu oculi de Valdés Leal .



Representa esta obra de arte y una de las mejores sin discusión del arte barroco el In ictu oculi ( En un abrir y cerrar de ojos ), la figura de la temida muerte, que con su guadaña aplasta los despojos desordenados de todo lo que cuenta en este mundo: una tiara, una corona, libros de ciencia, ricos vestidos etc. Lo que nos quiere decir que todo se quedará aquí después la muerte. Ya saben que nada se llevarán, sean menos cabrones.

Sólo con la pintura del In ictu oculi se podría abrir un Museo, por la magnífica composición de la obra, la cual merece ser visitada una y mil veces por las grandes y únicas pinceladas que le dio su autor, Juan de Valdés Leal, todo un genio del tenebrismo. 

Todavía me sorprendo, cuando suelo hablar de la obra a gente con carrera y me dicen que no la conocen, pero que les gusta la pintura. Manda...

Cultura en las Hermandades.


Sigo pensando y creyendo, que la cultura en las Hermandades no importa un CARAJO. Pero si el critiqueo e inventar lo que ya está inventado.

Miguel de Mañara leyendo las Reglas de la Caridad de Valdés Leal .



Este cuadro representando a Don Miguel de Mañara leyendo las Reglas de la Caridad se encuentra en el Hospital de la Caridad de sevilla, obra del gran pintor cordobés Juan de Valdés Leal en 1681.

Como se aprecia en la foto, vemos a Miguel de Mañara leyendo las Reglas de la Caridad. Una pintura con tonos muy oscuros y como dirían en Cuarto Milenio, muy enigmática por el niño que en la escena aparece, del que nada se sabe. Otra obra de arte más, que Sevilla aún sigue conservando para todos aquellos amantes del arte.

El San Fernando de Murillo de la Catedral de Sevilla.

San Fernando de Murillo.


Hablar de Murillo es hablar de arte, un arte que creo como nadie con esos mágicos pinceles llenos de dulzura. Como vemos en el bellísimo San Fernando de la Catedral de Sevilla, una de las mejores representaciones del Santo en la historia de la pintura.

El retrato de Fernando III, el Santo, fue pintado en 1671 por el genio de Bartolomé Esteban Murillo, obra de una grandísima expresión en el rostro del Rey con sus ojos vueltos hacia el cielo que parecen salirse de la pintura. Tan genial es este retrato, que es todo un referente en la iconografía del Santo.

Se representa al Rey Fernando III con capa, espada y bola del mundo, destacando de la obra la maravillosa mano que coge la espada, de una perfección tal, que entran ganas de acariciarla.

El San Felipe Neri de la Iglesia de San Alberto.


En un retablo de estilo neoclásico del siglo XIX, en el lado de la Epístola de la Iglesia de San Alberto de Sevilla se encuentra la interesante imagen de San Felipe Neri, obra atribuida al maestro Pedro Roldán.

Tiene San Felipe Neri un relicario en el pecho, con una gran expresión que sólo los grandes artistas del barroco supieron dar a la imaginería, Santo que fue traído a la Iglesia de San Alberto desde el antiguo convento de los padres filipenses. En dicho retablo está el Santo escoltado por las imágenes de San Pedro y San Pablo, obras del siglo XVIII, y en el ático un bello Calvario atribuido al pintor sevillano Virgilio Mattoni.

De imágenes interesantísima como esta de San Felipe Neri en Sevilla hay muchísimas, pero lamentablemente en el olvido de una sociedad que por día va más de prisa.


El Sagrario del retablo mayor de la Catedral de Sevilla.



Nos encontramos ante una de las piezas de orfebrería más importante de Sevilla como de España, el magnífico Sagrario de plata y algunas zonas sobredorada del retablo mayor de la Catedral sevillana, obra del afamado orfebre Francisco de Alfaro de finales del siglo XVI, quien fue nombrado Platero de la Catedral.

Es el Sagrario semiovalado una pieza podríamos decir única en este estilo. Pues hay que recordar, que es la primera vez que en España se introduce las columnas salomónica, las que luego se introducirá en muchísimos grandes retablos. Sólo por su historia ya es merecedor de estar en el mejor de los Museos, toda una pieza de un incalculable valor.

Se compone el Sagrario de dos templetes superpuesto; el superior representa el arca del propiciatorio con los serafines custodiándola, en la puerta del Sagrario la escena de la caída del maná desde el cielo, en el ático el Padre Eterno y en los intercolumnios los profetas Zacaría, Ezequiel, Joel, Malaquias, Isaías y Jeremías, siendo la peana donde se asienta del platero Luis de Acosta de finales del siglo XVII. Toda una joya dentro de otra joya como es toda la Catedral de Sevilla.

No han sentido la chispa.


Eso que muchos dicen del amor como que no han sentido la chispa quiere decir; que no han sentido por el otro un buen polvo ¿no?.

La Iglesia de Santa María Magdalena de Arahal.

En el lugar de la antigua Parroquia de estilo mudéjar, destruida por el terremoto de Lisboa en 1755 se edificó la Iglesia que hoy vemos de estilo neoclásico casi de finales del siglo XVIII, siendo su diseño del arquitecto Lucas Cintora.


Se encuentra en el presbisterio la imagen de Santa María Magdalena, obra realizada en madera policromada por Antonio Marzal en 1800. Mientras que su Sagrario es un resto de la antigua Iglesia, obra del afamado Ambrosio de Figueroa, arquitecto del siglo XVIII.


De la Iglesia de Santa María Magdalena destacaríamos los altares laterales y una magnífica Inmaculada, atribuida al inaginero del siglo XVIII, Benito Hita del Castillo. Como también las pinturas de los siglos XVII y XVIII con la rica orfebrería que posee, algunas del grandísimo orfebre Francisco de Alfaro. 

Vestidores.


Muchos vestidores de imágenes no sirven ni para vestir a un Cuarteto del Falla.

El Cristo de la Caridad del Hospital de la Caridad.

En la monumental y maravillosa Iglesia de la Santa Caridad de Sevilla se encuentra la no menos monumental y portentosa imagen del Cristo de la Caridad, en un retablo realizado por el afamado Bernardo Simón de Pineda del siglo XVII .

Realizó el irrepetible Cristo de la Caridad el maestro imaginero Pedro Roldán hacia 1670, aunque ha estado atribuido un tiempo por la expresión de su rostro a Ruíz Gijón, autor del Cachorro de Triana. Aparece este Cristo arrodillado, manos juntas y desnudo, sólo con el magnífico paño de pureza momentos antes de ser Crucificado, el que dirige la mirada hacia el Padre con un dolor bello difícil de superar.

Es la imagen del Cristo de la Caridad  sin duda alguna, una de las grandes esculturas barroca no sólo de Sevilla, sino de España. Y está en Sevilla, no en el extranjero, pero por desgracia muchas veces preferimos conocer otras maravillas de afuera antes que las que tenemos aquí a dos pasos y que superan a muchas otras.

Fotos de ABC y Universidad de Sevilla.

El sublime Arcángel San Miguel de la Parroquia de Santa Cruz .

Hay imágenes buena, extraordinaria y sublime, como por ejemplo la maravillosa imagen del Arcángel San Miguel de la Parroquia de Santa Cruz, el que está considerado en Sevilla por muchos expertos como la mejor talla barroca del Arcángel de toda Sevilla.

El San Miguel es de tamaño natural y de bulto redondo, de madera policromada y estofada de 1,60 centímetros, el cual se encuentra en la zona del púlpito de la Parroquia. Imagen muy venerada y muy milagrosa. Procede este San Miguel del antiguo retablo mayor desparecido de los frailes de la Orden de Clérigos Menores, los que estaban en la Iglesia de Santa Cruz.

La imagen de San Miguel es de autor anónimo del siglo XVIII, la que está atribuida a Cayetano de Acosta, Benito Hita del Castillo, La Roldana, Duque Cornejo y Ruiz Gijón, autor del Cachorro, el Dios de Triana. Sea del quien sea, es sin duda alguna la mejor talla barroca como ya hemos dicho del Arcángel de toda Sevilla.

La Virgen del Rosario de los Humeros.



La Virgen del Rosario de estilo barroco tardío se encuentra en la Capilla del mismo nombre de la calle Torneo en Sevilla, también conocida de los Humeros, por los que ahumaban el pescado en el siglo XVIII a las afueras de la ciudad.

Fue realizada la Virgen del Rosario en 1761 por el imaginero Jerónimo Roldán Serrallonga, de la conocida familia de los Roldán, quien fue nieto del Maestro Pedro Roldán. Figura indiscutible para entender el barroco sevillano.

Se presenta a la Virgen de los Humeros sedente con el Niño Jesús de pié sobre su rodillas derecha, y en la mano izquierda un  cetro real de plata. Recogiendo un Rosario que cuelgan de las manos de la Virgen.

 Como curiosidad comentar, que fue la imagen policromada por el pintor Joaquín Cano, seguidor del conocido y gran pintor Juan de Espinal.