El escultor fray José María Aguilar.


El escultor fray José María Aguilar Collados nació en Madrid en 1909 y falleció en 1992, quien pertenece a la Orden Jerónima y en 1956 fue trasladado a Sevilla como prior del Monasterio de San Isidoro del Campo. Un escultor con un estilo moderno que puede gustar y no gustar.

Entre las obras que de dejó fray José María Aguilar citaremos las siguientes; un San Vicente de Paul, un Crucificado, un Sagrado Corazón de Jesús y una Virgen Milagrosa para la Iglesia de los Paules en 1959, o la Virgen de la Parroquia de la Blanca Paloma de Sevilla entre otras imágenes.

La Virgen del Rosario con Santo Domingo de Murillo del Palacio Arzobispal.



La Virgen del Rosario entregando su Rosario a Santo Domingo de Guzmán se encuentra en el Palacio Arzobispal de Sevilla, toda una gran pinacoteca y muy desconocida por desgracia, obra del pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo realizada entre 1638 y 1640, con la curiosidad de ser una de sus primeras obras, procedente del Convento de Santo Tomás.

Representa la pintura como podemos ver en la foto a la Virgen entregado su Rosario a Santo Domingo, encontrándose el Santo en la parte inferior arrodillado con las manos en alza para recogerlo. Aparecen con el Santo los símbolos de su iconografía como son la azucena, la que representa la pureza y un libro.

Tambie se aprecia en el cuadro un perro que lleva en la boca una antorcha, con la que está quemando la bola del mundo, símbolo de la Orden Dominica, que significa la visión que tuvo la madre de Santo Domingo, la Beata Juana de Aza embarazada, donde le fue relevado que el niño que llevaba en el vientre era un cachorro con una llama en sus fauces, ya que dicho niño sería "predicador insigne que, con el ladrido de su santa palabra, evitaría a la vigilancia a las almas dormidas por el pecado y llevaría por todo el mundo aquel fuego que Cristo vino a traer a la tierra". Otra joya más que Sevilla sigue teniendo gracias a Dios.

La Inmaculada con Juan de Quirós del Palacio Arzobispal .



Este maravilloso cuadro lo realizó Bartolomé Esteban Murillo en 1653, el que representa a la Inmaculada, bastante desconocido para una gran mayoría y el cual se encuentra en el Palacio Arzobispal Sevilla, procedente del Convento Casa Grande de San Francisco de Sevilla y que estaba ubicado en lo alto de la reja de la Capilla de la extinguida Hermandad de la Vera Cruz.

En la pintura se representa a fray Juan de Quirós, franciscano de Osuna, un gran devoto de la Virgen y al que Murillo representó en actitud de escribir por ser autor de varias obras marianas como "Glorias de María", donde defiende el misterio concepcionista a los pies de María. Por sus escrito vemos como el genial Murillo centra a María como la gran inspiradora de sus escritos, donde la Virgen está vestida con túnica blanca y manto azul, rodeada de Ángeles con los atributos de las letanías, flores, palmas y olivo, destacando el Ángel del espejo reflejándose su cara en el mismo y a los lados unas columnas con guirnaldas de frutas con el escudo de la Hermandad.